“Siempre sentí una fuerza muy grande hacia la ganadería. El 80 % de mi trabajo es con Angus, pero cuando conocí más a fondo al Limangus vi que se destacaba en rendimiento, calidad de carne y adaptación a distintos ambientes. Por eso compré embriones, con los que nos fue muy bien, y empezamos este proyecto”.
Hace tres años, el criador y asesor ganadero Carlos Ojea Rullán, referente en el mundo Angus, decidió apostar por la raza Limangus. Y, desde la cabaña La Juanita —que comparte con Jorge Gentilli de La Toscanita—, busca potenciar el desarrollo de una genética que, aseguró, está en crecimiento y tiene mucho para aportar a la ganadería argentina.
Carlos Ojea Rullán, referente en el mundo Angus.
Para Ojea Rullán, el Limangus es un biotipo versátil, capaz de producir carne eficientemente en distintas regiones. “Hay buena demanda desde terneros hasta novillos, pasando por toros y hembras. Es una raza sólida, en expansión y con gran salida comercial”, sostuvo.
El criador también subrayó el potencial en cruzamientos: “He visto excelentes resultados combinando Limangus con otras razas, como Brangus o Angus, para mejorar características productivas”.
Limangus es la primera raza basada en una cruza sintética, creada en la Argentina, por productores en sus propios establecimientos, en condiciones naturales y extensivas.
La raza combina el importante rendimiento carnicero del Limousin (originaria de Francia) con la raza Angus, ya adaptada a nuestro país por años con buenos índices de procreo y producción (originaria de Escocia) fusionando las bondades de ambos biotipos. Los productores ganaderos lograron adaptar esta raza estabilizada a distintos ambientes de nuestro país.
A más de 30 años de la fundación de la Asociación de Criadores de Limangus, la entidad cuenta con más de 60 socios y 15.253 vientres generales controlados en los últimos 5 años. Este año se controlan 4.180 cabezas, 3.182 hembras y 998 machos.
Fuente: Prensa Limousin